El mito de eco y narciso

Otra leyenda de la mitología griega que me encanta contar, es la historia de la ninfa Eco y del mortal Narciso. 

Vamos a empezar con la primer protagonista de nuestra historia:

Eco, era una ninfa mítica de los bosques. Tenía una voz muy bonita que encantaba tanto a los dioses como a los humanos. Sin embargo tenía una única desventaja. . . que hablaba por los codos sabiendo que tenía una voz espléndida.


Hera (la mujer legítima de Zeus) ya que veía la manera de la que se presumía, decidió castigarla. La maldijo con no poder hablar nada y que repitiera las últimas palabras de lo que oía. (Otra versión de la historia dice que fue seducida por Zeus y a continuación la castigó Hera de la misma forma). La ninfa avergonzada de perder su voz bonita, se retiró de los bosques que frecuentaba y se encerró en las cavernas buscando la soledad...

La podrías llamar a gritos pero ella te contestaba desde una quebrada. La podrías seguir pero ella se iba alejándose más y más... se podría llegar al fondo de la tierra sin alcanzarla... no porque no le gustara sino porque no le gustaba la comunicación con el mundo exterior. Poco triste, no?


Vamos ahora al segundo protagonista de nuestra historia.

Narciso era el hijo del río kifisos (este río pasa casi por al lado de mi casa) y cuando su madre le trajo a la luz, el adivino Tiresias predijo que su hijo viviría una vida muy larga si consiguiera no mirar a sí mismo. Así que su madre evitaba que pasara su niño al lado de espejos o lugares donde podría ver a si mismo reflejado. Este joven era muy hermoso pero despreciaba mucho el amor de los demás y vivió una vida ignorando los sentimientos de las chicas.

Narciso solía hacer largas caminatas por los bosques sumergido en sus pensamientos. Un día la ninfa lo vio en el bosque y se enamoró perdidamente de el y decidió seguirlo sin querer que el se diera cuenta de ella. En algún momento ella pisó una rama seca y el lo escucho y se volvió a mirar quién era... La mira y le dice a ella: quién eres. Y ella contestaba: "eres, eres, eres,". Qué haces aquí preguntó otra vez, y ella a su vez "aquí, aquí, aquí" mientras su voz iba apagándose...

Finalmente con la ayuda de los animales Eco pudo confesar su amor por Narciso... Pero el la rechazó, como siempre, echándose una risa de desprecio... y ella regresó a su cueva llorando. Ahí se quedó hasta que se murió repitiendo a si misma las últimas palabras de Narciso...

que tonta... tonta... tonta...

La diosa Némesis (la diosa del castigo que poco sabemos de ella) al ver esta depreciación hacia Eco, no le pudo dejar sin castigarle. Regaló al Narciso una sed poderosa. El joven se agachó para beber agua en un manantial donde había visto a Eco... y ahí se vio a si mismo por primera vez. La versión original dice que se murió de autoadmiro cómo había adivinado el adivino Tiresias, y otra cuenta que se ahogó al querer tocar su propio reflejo en la superficie del agua... Como sea...




En la orilla donde se murió Narciso, nació la flor amarilla homónima... que crece sobre las aguas... reflejándose en ellas.


Espero que os haya tocado igual que a mi.

¡Gracias por leer!

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