¿Somos tan cochinos al final?

Si habéis pensado que nuestra atmósfera está limpia, clara y transparente como se exhibe en las imágenes en el Internet, lo siento, pero estáis engañados.

Nuestra (?) tierra no es así:

sino, así:

¿De donde proviene esta basura? Pues, son restos de las explosiones y estallidos de naves espaciales o cohetes que giraban alrededor de la tierra y está constituido por fragmentos de metal, plastico, pintura etc.

La gente siempre ha tenido la mala costumbre de abandonar donde sea su chatarra y ahora ya su desorden no tiene procedente. El ser humano empezó a esparcir su basura de cultura y civilización desde el lanzamiento de sputnik 1, el 1957, y este proceso de contaminar la atmósfera sigue hasta nuestros días.

Aun, no ha sido encontrado ninguna solución de como limpiar la atmósfera de los escombros artificiales. O al menos, no se sabe si los científicos se enfocan sobre la limpieza de nuestro entorno. Seguramente nunca pensaron que se podrían lanzar tantos satélites. Se dice, que láseres entrarán en funcionamiento los años siguientes y podrán desintegrar los trozos existentes, a menores piezas.

La fuerza atractiva de la tierra, no deja dispararse los trozos en el espacio, sino los mantiene en órbita terrestre y se mueven a una velocidad de 30.000 km/h. Hay millones trozos de basura procedentes de satélites artificiales que no volvieron a entrar a la atmósfera. Las medidas de estos trocitos son de diminutivas hasta grandes, de unos milímetros hasta unos 10 centímetros y ya han empezado las colisiones con los demás satélites. Obviamente las consecuencias son desastrosas a veces, poniendo en peligro los  sistemas fotovoltaicos de los satélites (de comunicación, G.P.S. etc)

La solución tiene que encontrarse rápido, sino habrá pronto "lluvia espacial" en algún momento. A pesar de que somos protegidos por la atmósfera ante las piezas invasores, la posibilidad de que se caiga algo, sigue siendo significante.

Caída descontrolada de un carguero ruso.

En el vídeo adjuntado abajo os exhibo la chatarra espacial que iba tirándose desde la destrucción del primer satélite (Sputnik 1), hasta la actualidad.

Espero que os hayáis inquietado.

No hay nada de malo mirar hacia arriba de vez en cuanto, por si se cae algo:

¡Gracias por leer!