El experimento de Milgram
En esta entrada hablaremos de un experimento igual de famoso que los dos anteriores, realizado por el sociólogo y psicólogo Milgram, en 1962, tratando de explicar la violencia humana. Fue motivado por la matanza y las atrocidades cometidas por los alemanes durante la segunda guerra mundial contra los Judíos, brindando una obediencia ciega a la autoridad de Hitler.
A través de este experimento, Milgram demostró que no hay ninguna esperanza para la raza humana.
El experimento tuvo lugar en su laboratorio, y tras contratar a unos estudiantes y voluntarios, los separó en dos categorías asignándoles dos papeles: de examinador y de examinado. Los examinadores eran los estudiantes confiados y los examinados eran los estudiantes que estaban confabulados con el profesor Milgram. Se hizo un sorteo forzado y amañado, en el que salia siempre la persona confiada, como examinador. Luego se pusieron en habitaciones separadas, se podían escuchar entre si, pero no podían verse. Cuando se acabara el procedimiento, los voluntarios recibirían una retribución de 4 dolares...
Se suponía que el examinado se sentaría en una silla, atado de manos y pies, conectado con electrodos y en la otra habitación estaría el examinador a lado de profesor Milgram. El temario de las preguntas eran "encontrad la palabra que no encaja con las demás". La respuesta era cada vez 1 entre 4... El examinador, tenia un electromotor y podía dar un choque eléctrico al examinado que estaba en la otra habitación. Cada vez que los examinados daban una respuesta equivocada, el examinador subía el voltaje unos 15 voltios... Las reacciones de los examinados eran falsas, gritando y rogando al examinador que parara, golpeando las paredes que separaban los dos cuartos. Si la victima no contestaba, eso era porque en teoría habría perdido la conciencia, y se consideraba como respuesta equivocaba. Vale la pena mencionar que unos estudiantes, preocupados por la salud del examinado en la habitación de a lado, preguntaban si eso era normal, o si iba a dejar dolores permanentes a las victimas. Milgram, contestaba que todo estaba seguro y científicamente confirmado y no dejaría ninguna cicatriz y ningún estigma al examinado. La contestación siempre había sido la misma, "el experimento tiene que llevarse al cabo". Antes de participar en este experimento Milgram los había asegurado de que no se responsabilizarían nada de la evolución del experimento...a pesar de que se escuchaba silencio mortal.
Milgram consultó 14 profesores de psicología de la misma universidad haciendo la pregunta "cuantas personas estimáis que llegaran a pulsar el botón de la electrocución de 450 Voltios.". Ellos a su vez - pisando en el humanismo del ser humano - estimaron un porcentaje de 3%...
Los resultados fueron escalofriantes y refutaron las previsiones de los profesores... El 65% de los estudiantes llegó hasta la ultima palanca de 450 voltios, en la que no se escuchaba ya ningún ruido procedente de la habitación del supuesto examinado. Solamente el 5% por ciento no quiso participar en el experimento desde el principio, tras insultar al profesor Milgram por ser inmoral y brutal...
Milgram al final reveló el propósito del experimento a los estudiantes-examinadores porque así pensaba que se aliviarían. Pero ellos "que llegaron hasta el ultimo botón - el 65%" pasaron muchos años de su vida arrepintiéndose porque se dieron cuenta de que no eran tan "buenas" personas como creían.
El experimento fue repetido recientemente por científicos contemporáneos y trajo resultados peores.
Conclusión moral:
Si te mandan a hacer una cosa que daña a tu prójimo, compañero, conciudadano etc, o hasta a un inmigrante estás obligado a desobedecer aunque pierdas tu puesto, tu sueldo o tu ascenso. Cuando estemos listos para desobedecer ante los pequeños casos diarios de violencia a los que inconscientemente acatamos, podremos derrumbar el sistema que nos quiere como esclavos y victimas.
La versión original
Una versión mas contemporánea
El experimento fue repetido recientemente por científicos contemporáneos y trajo resultados peores.
Conclusión moral:
Si te mandan a hacer una cosa que daña a tu prójimo, compañero, conciudadano etc, o hasta a un inmigrante estás obligado a desobedecer aunque pierdas tu puesto, tu sueldo o tu ascenso. Cuando estemos listos para desobedecer ante los pequeños casos diarios de violencia a los que inconscientemente acatamos, podremos derrumbar el sistema que nos quiere como esclavos y victimas.
La versión original
Una versión mas contemporánea
¡Gracias por leer y hasta la próxima!
Un saludo.
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